Alex es como un arma de destrucciĂłn masiva, pero con encanto.
Hay amores que duran toda una vida y otros que apenas llegan a unos pocos meses, pero ambos pueden ser verdaderos. La realidad es que sentimos lo que sentimos, independientemente del tiempo que hace que conocemos a esa persona -prosigue, y creo que me he perdido-. Existe gente que se quiere hasta el dĂa de su muerte y, sin embargo, no pasa toda la vida junta.
Dicen que no puedes enamorarte de las alas de alguien y luego pretender cortárselas.
La nuestra es una historia larga, tortuosa, algo enfermiza, pero con momentos dulces e inolvidables. Es muchas cosas, tantas que resulta imposible que acabe nunca y, sobre todo, que acabe bien.